sábado, 20 de febrero de 2010

Carlos y el chico de al lado.

El chico lo vio y sus ojos profundamente hermosos le dijeron mucho, por un momento y por un segundo, justo como el pensamiento vuela y vuela y se despliega, penso en decirle "Hola... Que tal? que te has hecho?"

Pero no dijo nada. Carlos sabia que no seria posible que sus palabras fueran tomadas en serio... o que fuesen importantes, sin embargo, se lo dijo con la mirada:

Vaya, sos bien guapo, tu sonrisa es dulce y tus ojos destellan inocencia! Cuando te acompañan chicas, aunque son muy bonitas y hasta dulces, tu presencia casi las opaca por completo.

Pareces estrella de rock o algo por el estilo... tus labios estan bien delineados y hasta atrae el besarlos lentamente como si tuviesen miel. El estilo de tu cabello se combina perfectamente con la forma de tu cara y te hace ver todavia mas joven de lo que sos... sobre todo en las fotos de frente, y la forma que tenes de ver entre las hebras de tu pelo te hacen extremadamente sexy.

Tu barbilla es como para tomarla con el dedo indice y el pulgar mientras se te besa..." Suspiró lentamente mientras continuaba recorriendo el rostro de aquél. Ya antes había sentido el fuego carcomiéndole por dentro como la vez en que se metió piedra.

"La vez en que se metió piedra."

Respiraba hondo, le respiraba cerca del oído mientras le acariciaba el pelo o el pecho, ya ni recuerda. Pero recordaba perfectamente las sensaciones y el deseo, las ansias de poseer al otro de una sola vez. Le sentía la piel como una adicción más de las que tanto había empezado a coleccionar.

- Soy adicto a tu piel... - le dijo. El otro susurró.

Las penumbras de la soledad a penas dejaban ver los cuerpos en aquel antiguo edificio. Por todos lados parecía correr la intriga, el acecho, la mentira...





No deseabas escucharlo de alguien como yo... Sos perfecto como para una obra imposible, serias el modelo perfecto para los dibujos de ángeles, demonios y sombras, de dioses y heroes de un artista empedernido.
Se deleitaria trazando tu figura milimetro a milimetro y pulgada a pulgada con su lapiz y su pincel... Tal vez serias hasta una inspiración para algun personaje de los escritos musicales de un compositor homosexual!

Su mente callo. Ni por un instante lo deseó, solamente deseaba mirarlo, observarlo y estudiarlo.

El chico dio la media vuelta y camino dos o tres pasos y luego volvio a ver de reojo a Carlos quien dejo exhalar un suspiro...

lunes, 15 de febrero de 2010

Carlitos.

Lo vi en el autotren... de esos autotrenes antiguos en los que viajan mucha gente, con la típica música de nuestros lares, esa música que llena de horror los oídos refinados y los que solo pretenden serlo.

Viajaba con una acompañante; ella, evidentemente era una prostituta. ¿Con qué otras personas se iba a codear? Rameras, locos, pandilleros, homosexuales y asesinos, topeteros y narcotraficantes, policías corruptos y pordioseros, en fin todo tipo de gente vil.

La mujer hablaba y hablaba y le acariciaba la cara, el chico solo se le quedaba viendo, acomodándose cada vez mas en el asiento. Usaba una gorra que le tapaba la frente completamente, y unos anteojos de lectura que tampoco permitía reconocerle por la mirada.

Habría sido un dios de la guerra... pero también se parecía a Baco...